Gestión y planificación fiscal:

La gestión y planificación fiscal consiste en organizar y optimizar los impuestos que una persona o empresa debe pagar, asegurándose de cumplir con la normativa vigente, pero reduciendo la carga tributaria dentro de lo legal.

• Gestión fiscal: La gestión fiscal se centra en el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Incluye la presentación de impuestos (IVA, IRPF, Impuesto de Sociedades, etc.), la contabilidad adecuada y el control de pagos a Hacienda. Su objetivo es evitar errores, sanciones y sobrecostes por incumplimiento.

• Planificación fiscal: La planificación fiscal va un paso más allá y busca estrategias para pagar menos impuestos de forma legal. Se trata de estructurar ingresos, gastos y activos de manera eficiente. Por ejemplo:

• Deducciones y bonificaciones: Aprovechar incentivos fiscales como reducciones por inversiones, contratación de empleados o gastos deducibles.

• Elección de la estructura jurídica: Decidir si operar como autónomo, sociedad limitada o holding, según lo que resulte más beneficioso.

• Diferimiento de impuestos: Retrasar pagos fiscales estratégicamente para mejorar el flujo de caja.

• Uso de sociedades: En algunos casos, trasladar activos a una sociedad puede reducir impuestos, como en el alquiler de inmuebles o la gestión de inversiones.

Te aseguramos una buena planificación fiscal para que te permita maximizar beneficios y minimizar costes fiscales dentro de la legalidad.

Inspecciones fiscales:

Una inspección fiscal es un proceso en el que Hacienda revisa si una persona o empresa ha cumplido correctamente con sus obligaciones tributarias. Puede iniciarse por diversos motivos: discrepancias en declaraciones, facturación sospechosa, errores contables o simplemente por ser seleccionado en controles aleatorios.

Durante la inspección, la Agencia Tributaria puede solicitar facturas, contratos, movimientos bancarios y otros documentos para comprobar que los impuestos han sido declarados y pagados correctamente. Si detecta errores o irregularidades, puede exigir el pago de impuestos pendientes, aplicar sanciones o incluso investigar posibles fraudes fiscales.

¿Cómo te podemos ayudar?

Un asesor fiscal es clave en una inspección porque conoce la normativa y puede defender los intereses del contribuyente y en EFC contamos con expertos que han gestionado inspecciones de Hacienda desde hace muchos años, incluso con extrabajadores de Hacienda que se encargaban de las inspecciones. Su ayuda incluye:

Prevención: Evita problemas asegurando que las declaraciones de impuestos sean correctas y estén bien documentadas.

Asistencia en la inspección: Responde a los requerimientos de Hacienda, presenta documentación y negocia con la administración.

Reducción de sanciones: Si se detectan errores, puede buscar soluciones para minimizar multas o proponer regularizaciones voluntarias.

Defensa legal: Si la inspección lleva a una reclamación, puede representar al contribuyente en recursos administrativos o judiciales.

En resumen, una inspección fiscal puede ser un proceso complejo y costoso si no se gestiona bien. Contar con un asesor fiscal reduce riesgos y ayuda a resolver la situación de la mejor manera posible.